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Programa de Atención Personal y Vida Autónoma (APVA)

Programa de Atención Personal y Vida Autónoma (APVA)

El programa se desarrolla en base a las necesidades de las personas con discapacidad que necesitan apoyo, atención y ayuda en las actividades de la vida diaria (tareas domesticas, aseo personal, acompañamiento), llegando con ello a fomentar su autonomía personal. El objetivo principal es establecer a partir de las necesidades de cada usuario que por su discapacidad requieren atención domiciliaria y personal con el fin de adquirir una calidad de vida para el desempeño de las actividades de la vida diaria, para ello se cuenta con profesionales, en esta caso Auxiliares de Ayuda a Domicilio, que se encargan de desarrollar las tareas domesticas a cada uno de los usuarios, estableciendo unas pautas de trabajo, horarios y tareas a desarrollar en función de las necesidades de cada usuario y todo ello coordinado por un Trabajador Social.

Para la puesta en marcha del programa se establecen una serie de pautas a seguir, desde la recepción de solicitudes hasta las valoraciones de las necesidades y finalmente la adjudicación de horas, tareas y personal que realizará el programa, cumpliendo con ello el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y hacer que adquieran autonomía personal, atención domestica y apoyo en las actividades de la vida diaria

La metodología utilizada para el desarrollo del programa se establece a través de una serie de pautas a seguir con el fin de llevar una adecuada valoración y gestión del programa, principalmente se da a conocer el mismo y a través de las fichas de solicitudes se presenta la demanda recibida del programa, en función de las necesidades de cada usuario y teniendo en cuenta la adjudicación presupuestaria y una vez realizada la valoración se adjudican las horas necesarias así como las tareas a desempeñar por las auxiliares de ayuda a domicilio que serán las encargadas de realizar la tareas domestica y el apoyo y fomento de la autonomía personal.

Eres dueño de tu vida y de tus emociones, nunca lo olvides. Para bien y para mal (El Principito)